Módulo 2/ Unidad 3


Unidad 3. La solución de situaciones complejas.

Así, una de las metas está centrada en preparar a los alumnos para que puedan enfrentar situaciones complejas y las respuestas que se están dando en el sistema educativo en ese sentido vienen siendo una respuesta a la convocatoria de Edgar Morín en relación con los proceso formativos. Morín (2001) propone un cambio paradigmático concerniente con la aptitud de los individuos para organizar el conocimiento e invita a emprender la reforma de la enseñanza que conduzca a la reforma del pensamiento.

Al valorar los efectos del sistema educativo sobre la estructura mental del individuo, Morin (2001) anota que este enseña desde la escuela elemental a aislar los objetos de su entorno, a separar las disciplinas, a desunir los problemas, a reducir lo complejo a lo simple, a separar, a descomponer, a eliminar todo aquello que aporta desordenes o contradicciones a nuestro intelecto. Este esquema de enseñanza, reforzado a lo largo de varios siglos, hace que los conjuntos complejos, las interacciones y retroacciones entre las partes de un todo, las entidades multidimensionales y los problemas esenciales sean invisibles para la mente.

Sobre la base de la demanda de orientar el trabajo formativo hacia el desarrollo de un pensamiento integrador y multidimensional y entendiendo el pensamiento como un proceso dinámico de construcción es que aludimos a la necesidad de concebir la evaluación desde la propia tarea integradora la cual para una intervención exitosa demanda de operaciones de ordenación y jerarquización, así como la disposición para la comprensión, análisis y representación de situaciones que involucren incertidumbre e imprecisión. Es decir, que el manejo de las relaciones de orden y jerarquización, la integración, la articulación y la conceptualización, serán los elementos que nos permitirán inferir sobre el nivel de estructuración del pensamiento complejo, el cual estamos equiparando a un proceso de pensamiento que además de ser estructurado, relacional y conceptualizante, permite enfrentar situaciones reales, complejas y de incertidumbre.

Al abordar la resolución de problemas como estrategia pedagógica se debe hacer pensando en la resolución de problema como actividad potenciadora de los proceso cognitivos, lo que implica verlo como mediación de pensamiento, que exige a su vez de la planeación de adecuados recurso de mediación por parte del docente, pues sólo así podrá logar que el problema o la tarea problematizadora haga que el alumno tenga a que apelar a diferentes tipos de soluciones, de las cuales se pueda inferir cómo construye su propio modelo interno del problema, cómo ordena, organiza, relaciona, analiza e interpreta la situación problema, cómo la representa, qué estrategias sigue y qué inferencias hace para llegar la solución, permitiéndonos inferir sobre los niveles de estructuración cognitiva.

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