Tema 4.2 Siglo XVI

4.2.2 La Reforma Protestante y la Contrarreforma Católica

Muchos nobles y muchas ciudades apoyan la rebelión luterana. Se confiscan bienes de la Iglesia y los jefes de estado toman bajo su dirección las Iglesias en sus dominios.

Cuando en 1522 Lutero abandona el castillo, el movimiento en Alemania ya se había radicalizado, principalmente entre los campesinos dirigidos por Tomás Münzer, quienes exigían el aniquilamiento del sistema de servidumbre.

Hacia 1526, los príncipes consiguieron una total autoridad religiosa en sus estados, pero tres años más tarde se pretendió retirarles esas libertades, y seis príncipes y catorce ciudades libres protestaron; de ahí el nombre de “protestantes”. Poco tiempo después, en 1531, un discípulo de Lutero, Melanchton, publica la “confesión de Augsburgo”, donde se definen los principios del protestantismo luterano. Lo más importante, que lo distingue del catolicismo, está en el derecho del fiel a interpretar libremente la Biblia; el sacerdote no tiene poder, sino que sólo es guía; no reconoce la autoridad del Papa, únicamente acepta las Sagradas Escrituras; la salvación del alma se realiza por la fe y no por las obras; y queda abolido el clero regular, las órdenes religiosas que se sujetan a determinadas reglas como caridad, obediencia, etc. y la regla del celibato, prohibición de contraer matrimonio.