Tema 4.2 Siglo XVI4.2.3 Las nuevas monarquías de EuropaLa Guerra de los Cien Años fue un elemento significativo en el proceso de nacionalidad inglesa, ya que al término de ella, los nobles acostumbrados a la guerra siguieron saqueando y despojando de sus tierras a los campesinos. Esta situación fue aprovechada por la familia de los Láncaster para conseguir mayor poder y riqueza y posesionarse del control de la Corona. La familia York representaba intereses similares, lo que provocó un enfrentamiento entre las dos familias, que ocasionó la Guerra de las Dos Rosas (1455-1485), llamada así por el símbolo distintivo de cada casa: los Láncaster tenían una rosa roja y los York una blanca. La guerra debilitó a ambas dinastías, lo que permitió a Enrique VII, de la familia Tudor, conquistar el poder y recibir apoyo de la nobleza comercial y de las ciudades, para conformar un gobierno central único y sentar las bases para el surgimiento, a finales del siglo XV, de un nuevo y fuerte Estado nacional. Fue el hijo de Enrique VII, Enrique VIII, quien dio el primer gran paso hacia el absolutismo al encabezar la Reforma protestante en su país. Utilizando como pretexto el hecho de que el Papa no le permitiera el divorcio, rompió con Roma y confiscó las tierras y demás riquezas de la Iglesia. En 1534 el Parlamento legalizó la reforma protestante inglesa cuando surgió el Acta de Supremacía, que establecía que el rey era el jefe de la Iglesia nacional inglesa.
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