Una buena actividad para comprobar la idea anterior es la siguiente:
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Toma un puño de palitos y trata de romperlos. Es muy probable que no puedas romper ninguno. Podrás notar que la resistencia colectiva al cambio es muy fuerte
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Toma ahora un solo palito de madera y trata de romperlo. Fácilmente lo lograrás porque ese palito equivale a solamente una persona resistiendo el cambio.
El cambio lo inician pocos para luego expandirse uno a uno hacia las muchedumbres.
Ejercicio. Es tiempo de servir a los demás.
Con el fin de deshacernos de las ideas que nos impiden ayudar a los demás, lee cada frase limitante para tomar acciones y escribe en tu libreta una solución para que anule la frase.
- “Es que ya estoy muy viejo para esos ‘trotes’”
- “Es que no tengo tiempo”
- “Es que yo no puedo ofrecer nada bueno”
- “Es que estoy muy cansado”
- “Es que me exigen mucho”
- “Es que no me gusta estar con gente”
- “Es que no tengo dinero”
- “Es que soy muy ignorante”
Recuerda
Debemos evitar emitir juicios; lo que podemos juzgar son las acciones, no las personas. Por ejemplo, evita decir: “no me gusta ser muy flojo”; mejor di: no me gusta que en la mañana batallo mucho para levantarme”. De esta manera te será más fácil proponerte acciones de cambio personal.