Reflexión 3. Cambiar el mundo


A continuación te mostramos el texto de la lápida de un obispo anglicano en la Iglesia de San Pedro de Westminster, en Londres:

“Cuando era joven y mi imaginación no tenía límites, soñaba con cambiar el mundo. Según fui haciéndome mayor, pensé que no había modo de cambiar el mundo, así que me propuse un objetivo más modesto e intenté cambiar sólo mi país. Pero con el tiempo me pareció también imposible. Cuando llegué a la vejez, me conformé con intentar cambiar a mi familia, a los más cercanos a mí. Pero tampoco conseguí casi nada."

"Ahora en mi lecho de muerte, de repente he comprendido una cosa: si hubiera empezado por intentar cambiarme a mí mismo, tal vez mi familia habría seguido mi ejemplo y habría cambiado y con su inspiración y aliento quizá habría sido capaz de cambiar mi país y -quien sabe- tal vez incluso hubiera podido cambiar el mundo."

"Para poder cambiar al mundo, primero necesitamos cambiar nosotros."

Módulo 1

Tu Progreso

70%

Progreso General del Curso