Para poder realmente prosperar y crecer como persona, cada día debemos enfrentar el mundo y aceptar las pérdidas, los fracasos o tropiezos que pudieran darse en nuestro avance para alcanzar nuestras metas y objetivos propuestos.
Entonces, lejos de ver estas constantes como
obstáculos que nos impiden avanzar en nuestro
camino, podemos utilizar estas situaciones
difíciles como las oportunidades para cultivar e ir
más allá de nuestras fronteras y límites para
buscar siempre la posibilidad de ampliar
nuestros horizontes.
Es muy común que dentro de tu caminar por la
vida te topes con altibajos; es una regla
ineludible dentro de toda experiencia humana.
No sientas temor o derrota ante una batalla
perdida… Al contrario, levántate y sigue
luchando.
No olvides que tu actitud ante la vida es
fundamental en el desarrollo y salud de tu
persona. Una persona en equilibrio no sólo
tendrá su vida equilibrada, sino que podrá
transmitirlo a todo el que lo rodea.
Recuerda que a medida que
tú crezcas, serás mejor persona y todo esto se reflejara en tus
actos. Será entonces que podrás dar y transmitir
optimismo y confianza, pues sólo quien es feliz,
puede hacer feliz a los demás.