El problema con la cobranza es la dificultad de llevar en ocasiones un buen registro de los pagos de los clientes. En empresas pequeñas o familiares, en ocasiones le permitimos a la gente que conocemos llevarse algún producto y que lo pague después, y generalmente no registramos el compromiso de pago, y aquí entra la dificultad de recuperar dicho dinero.