De acuerdo con Baker et al (1993) hay cinco factores que validan una
actividad a ejecutar con propósitos de evaluación:
- Que tenga significado para los alumnos y profesores y que mantenga
el interés del alumno en la ejecución del proyecto.
- Que requiera de una demostración cognitiva compleja, aplicable
a problemas importantes en el área.
- Que ejemplifique estándares actuales de contenido o calidad
de material.
- Que minimice los efectos de habilidades irrelevantes para enfocarse
en la evaluación del proyecto.
- Que posea estándares explícitos para juzgar o medir.
Es importante, como en todos los casos, que los alumnos conozcan de antemano
los criterios y estándares de evaluación de los proyectos
que se les pide realizar. Esta herramienta, a su vez, promueve la autoevaluación.
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