3.2.2 Solución de problemas
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Es un hecho que la realidad de la vida cotidiana nos reta a enfrentar
problemas y conflictos para los cuales debemos encontrar soluciones aceptables
de acuerdo con el contexto en que se presentan. Sabemos que existe un
problema cuando nos enfrentamos a un obstáculo o dificultad entre
lo real o presente y una situación deseada. Nuestra actitud, con
mucha frecuencia, es de "sacarle la vuelta" al problema; esto
ocurre por muy diversas razones como, por ejemplo, el no poder definir
exactamente el problema al cual nos estamos enfrentando, el no saber cómo
empezar, el miedo al fracaso, etc.
Con base en lo anterior, estaremos de acuerdo en que el conocer y estar
conscientes de los procesos que se utilizan para resolver problemas puede
habilitarnos en la aplicación de nuestros conocimientos a la solución
de nuevos problemas, aprovechando los recursos disponibles y asegurando
la eficacia de nuestras soluciones.
El proceso de solucionar problemas implica una serie de habilidades que
es importante desarrollar y evaluar en la preparación académica.
Para Rodríguez Diéguez (1980) la resolución de problemas
es una actividad cognitiva que consiste en proporcionar una respuesta-producto
a partir de un objeto o de una situación en la que se da una de
las siguientes condiciones:
- El objeto o la situación, y la clase a la cual pertenecen,
no se han encontrado anteriormente en una situación de aprendizaje.
- La obtención del producto exige la aplicación de una
combinación no aprendida de reglas o de principios, aprendidos
o no previamente.
- El producto y la clase a la cual pertenece no se han encontrado antes.
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