Tema 4.3 Siglo XVII
4.3.2 La Revolución Inglesa
Carlos I disuelve el Parlamento en 1629 y dejó de ser convocado durante 11 años. El rey se apoyó en dos consejeros, el obispo de Laud para los asuntos religiosos y el conde de Strafford para los políticos.
En 1637 Laud trató de imponer la liturgia anglicana en Escocia, cuya religión era prebisteriana; lo que provocó una rebelión escocesa que llegó a ser más fuerte que el ejército inglés. El rey tuvo que convocar al Parlamento para que votara a favor de mayores impuestos, para tener capital para la guerra, pero el Parlamento se negó, y ante este hecho, Carlos I lo disolvió de nuevo (como duró tan poco se le conoce como el Parlamento corto, sólo de abril a mayo de 1640). Mientras tanto los escoceses ganaban batallas. El rey se vio forzado a convocar otro Parlamento (el Parlamento largo, que duró de 1640 a 1653), pero éste pasaría a la historia por su lucha contra el rey. La mayoría de los diputados de este Parlamento provenían de la nobleza que tenía estrechas relaciones con la burguesía y en buena parte representaban sus intereses, que se oponían al absolutismo del rey.
Este Parlamento demandó que se cumpliera con las siguientes condiciones:
- Que la Iglesia dependiera del Parlamento y no de la autoridad real
- Que el Parlamento pudiera revocar a los ministros con cuyos actos no estuviera de acuerdo
- Que obtuviera la facultad para nombrar ministros y el control del ejército
- Que quedara bajo su dirección la política interior y exterior
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