Los pasos para el desarrollo de la actividad son los siguientes:

 

1. Selecciona un área de tu trabajo o personal donde haya documentos que no estén archivados.

2. Inspecciona con cuidado los documentos para archivar y determina los grandes grupos de archivo. Te

    puedes guiar con el ejemplo de Jimena. Elige cuáles serán los nombres de las carpetas.

3. Clasifica los documentos por carpeta y elige una clave única para cada carpeta. Así, si tienes varias

    carpetas con facturas, puedes llamar a cada una con un número y un nombre.

4. Marca tus carpetas con rotulador. Recuerda poner clave, nombre, tipo de orden y tipo de archivo.

5. Asegura que todos los documentos tengan una carpeta lógica, distribúyelos, ordénalos y guárdalos

   dentro de la carpeta.

6. Guarda tus carpetas en orden por clave. Pega tu guía de uso (la que contiene los significados de clave y

    nombre de cada carpeta) a la vista, cerca del archivero.

7. Explica en qué consiste cada uno de los pasos que realizaste, su importancia, así como los beneficios de

    ser una persona mesurada y tus compromisos para ser prudente en cualquier situación, guardar reserva,

    y saber qué decir y que no decir. Si puedes incluye imágenes que evidencien los pasos que realizaste

    para archivar los documentos.

8. Integra a tu portafolio de evidencias el resultado de esta actividad.