1.2.2 Medición - Calificación
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La calificación cumple con la tarea de certificar un aprendizaje.
Esto se lleva a cabo a través de la asignación de un valor,
que puede ser numérico o expresarse con una letra. La calificación
o nota intenta reflejar lo que el alumno sabe, aseveración que
es necesario discutir ampliamente.
La medición del aprendizaje ha sido posible debido a que opera
con un esquema estadístico descriptivo que asigna ciertos valores
numéricos, tanto al instrumento seleccionado para medir el aprendizaje
(índice de confiabilidad, de dificultad, etc.) como a los propios
resultados de los estudiantes.
Para Quesada, (1991) la medición "es el proceso de asignar
una cantidad al atributo medido, después de haberlo comparado con
un patrón." El mismo autor relaciona la medición con
la evaluación diciendo que la medición "conforma una
etapa de la evaluación." (p. 16).
Avolio (1987) concuerda con Quesada en su definición de medición
diciendo también que es un "acto por el cual se asignan números,
para representar propiedades de los objetos, según ciertas normas
establecidas." En educación, los números que se asignan
representan las características de los alumnos, la medición
se hace a través de una herramienta y la norma se establece al
darle un puntaje a cada respuesta correcta. Por otro lado, la medición
también puede ser cualitativa cuando en lugar de números
se asignan palabras como bueno, regular o malo. En este caso es necesario
determinar los indicadores que servirán para medir las características
consideradas como buenas, regulares o malas.
Según Avolio (1987), la medición "es un paso previo
para emitir un juicio sobre el aprendizaje de un alumno." Por lo
tanto, la evaluación es más amplia que la medición,
ya que implica, además, el juicio de valor.
También Garrido, (ITESM, CEA, 1994) dice que la medición,
al igual que la evaluación, es un proceso; sin embargo, el primero
implica "asignar una cantidad al atributo medido, después
de haberlo comparado con un patrón."
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