Introducción
La distancia que hay entre la Tierra y el Sol le permite tener un calor moderado, no tan intenso como el de los otros dos planetas interiores: Mercurio y Venus. Tampoco experimenta las bajísimas temperaturas de los planetas que a partir de Marte se encuentran cada vez más lejos del Sol.
La Tierra tiene una atmósfera que la conserva en una temperatura ideal, sin grandes variaciones.
Nuestro planeta, además, tiene abundancia de agua, que es indispensable para la vida y que se encuentra en estado líquido en esos grandes depósitos que son los océanos, mares, lagos y ríos.