3.2 Técnicas para la evaluación del desempeño

Para Stephen N. Elliot (1995) es más fácil evaluar las habilidades de un alumno midiendo el desempeño que aplicando un examen escrito, sobre todo si se le pide que ejecute tareas que requieren ciertas habilidades específicas, que son justamente las que se desea evaluar. Por ejemplo, en un curso de ciencias puede examinarse la habilidad para diseñar un aparato que haga una determinada función o la habilidad para dar un argumento apoyado en la evidencia experimental.

Algunas de las habilidades que, según los propios científicos, son necesarias para ser un buen científico y que deben desarrollarse a través de las asignaturas en una escuela son:

  • La habilidad para explicar ideas y procedimientos, tanto en forma oral como escrita.
  • La habilidad de formular y probar hipótesis.
  • La habilidad de trabajar con colegas en forma productiva.
  • La habilidad de hacer preguntas importantes.
  • La habilidad de hacer comentarios útiles cuando se escucha.
  • La habilidad de elegir problemas interesantes.
  • La habilidad para diseñar buenos experimentos.

La habilidad de comprender teorías con profundidad.

Aparte de las ciencias, otras materias, como las matemáticas, el inglés y la historia requieren habilidades similares. El sistema actual de evaluación solamente cubre una parte de esto. En las ciencias, los exámenes que se resuelven con lápiz y papel enfatizan dos aspectos principalmente: la memorización de hechos y conceptos y la habilidad para resolver problemas cortos, bien definidos. Estas habilidades no son precisamente las requeridas por un buen científico.

La evaluación del desempeño está íntimamente relacionada con la educación basada en competencias. Como las competencias no pueden observarse de manera directa, la manera de obtener información acerca de ellas es utilizar técnicas de evaluación y observación del desempeño. Según Gonczi y Athanasou, en Argüelles, (1996) los principios que deben tomarse en cuenta para evaluar adecuadamente las competencias son los siguientes:

  • Los métodos de evaluación deben evaluar integralmente la competencia. Simultáneamente a esta evaluación pueden evaluarse el conocimiento, las habilidades, las actitudes y los valores. Es importante reconocer el riesgo de hacer inferencias equivocadas en la observación del desempeño y tomar las medidas necesarias para hacer más objetiva la evaluación.
  • Deben seleccionarse las técnicas más pertinentes. Ejemplo de éstas pueden ser las pruebas escritas, la observación o la resolución de problemas o una combinación de técnicas, dependiendo de la habilidad o competencia que se desee evaluar y/o el área específica de conocimiento.

Para llevar a cabo la evaluación del desempeño y de las competencias, es importante, por parte del docente que:

  • Seleccione tareas de evaluación que estén claramente conectadas con lo enseñado.
  • Comparta los criterios de evaluación antes de trabajar con ellos.
  • Dé a conocer a los alumnos claramente los estándares y los modelos aceptables de desempeño,
  • Informe a los estudiantes que sus ejecuciones serán comparadas contra los estándares y contra las de otros alumnos.

Fomente la auto-evaluación.

Algunas de las herramientas consideradas en este ámbito son los mapas mentales, la solución de problemas, el método de casos, los proyectos, el diario, el debate, los ensayos y los portafolios. Estas herramientas se analizarán en este apartado.


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