Emprendimiento de un negocio propio

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Cuando eras chico y empezabas a leer, ¿verdad que leías todos los letreros y anuncios que pasaban frente a tus ojos? Y cuando entendías lo que estabas leyendo, lo decías en voz alta con asombro: ¡ahí dice pollo a la parrilla, mamá! o ¡ahí se arreglan bicicletas, papá!

Cuando eras pequeño, era muy fácil que sintieras asombro por lo que veías y leías. Parecía que los anuncios prometían cosas maravillosas, casi mágicas. Cuando veías televisión, los anuncios de detergentes o de mayonesa parecían cosa de brujos: blancura sorprendente, sonrisas por doquier...

Muchos de esos anuncios, tanto los que leías, como los que veías en la televisión o escuchabas en la radio, se quedaron grabados en tu memoria de largo plazo. Aún ahora, como emprendedor, si vas a una tienda de abarrotes a comprar mayonesa, es posible que elijas aquella marca que se quedó grabada en tu memoria cuando eras pequeño. También había otros estímulos importantes para grabar frases en tu memoria. Cuando veías algún programa de Chespirito, por ejemplo, ¿recuerdas que sucedía después de que alguien decía: oh, y ahora, quién podrá defendernos? Siempre sucedía lo mismo y esa expectación de "lo mismo" hacía que Chespirito fuera inolvidable. Curioso, ¿no?

Hoy, como emprendedor, te encuentras ante la tarea de dar a conocer tu negocio a la comunidad y deseas lograr esa magia que sorprende y hace que todos te recuerden. La realidad es que esta magia que ahora necesitas la puedes construir tú mismo. La receta es que cuentes tu historia con valentía, honestidad y congruencia, como lo hacía Chespirito en cada uno de sus caracteres una y otra vez. Algunos expertos en publicidad, dicen que Chespirito ha sido uno de los grandes expertos en medios de nuestros tiempos; desafortunadamente, él no se dedica a dar consultoría a emprendedores.

Por ejemplo, un par de amigos que tenían una fuerte afición por experimentar sabores argentinos, decidieron arrancar un negocio de empanadas rellenas. Fueron a Argentina y aprendieron a hacer empanadas argentinas. Les ha ido estupendamente. Además de la publicidad de boca en boca que lograron con la calidad de su producto, ellos, en cada empaque, menú, etiqueta o anuncio, cuentan su historia: "Salteñas, jujeñas o chaqueñas... traídas a ti por el gusto de compartir".

Debes tener cuidado con el poder de tu magia, pues si no está bien empleado, dejará una huella negativa en la memoria de tu cliente. Por eso, es muy importante que te centres en tu cliente y en su experiencia de compra.

La experiencia de compra se convierte en una historia en la mente de tu cliente y esa historia puede ser buena o no, puede ser que se desee repetir o no. Cuando cuidas todos los pequeños grandes detalles que conforman la experiencia de compra de tu cliente, estás ayudando a crear una experiencia de compra repetible y deseable. Con el tiempo, cuando seas muy conocido en tu comunidad, podrás sentirte orgulloso de tu marca, pues con la experiencia de compra positiva, repetida muchas veces por muchos clientes, habrás creado una marca. Una marca es una huella en la memoria de tu cliente, una "marca" en el libro de recuerdos de tu cliente.

Si dedicas tiempo y esfuerzo a este curso, encontrarás formas interesantes para definir experiencias de compra positivas para tus clientes, las cuales contribuirán a crear tu marca y a darte a conocer en tu medio. Podrás desarrollar un manual de identidad para tu negocio (como su nombre lo indica, es un manual que te ayuda a identificarte como negocio, congruente, en tu comunidad). También podrás redactar buenos mensajes de difusión, con un contenido suficientemente detallado, pero sin perder de vista las grandes ideas que deseas transmitir; analizar las ventajas y desventajas de los diferentes medios de difusión y elaborar un presupuesto de publicidad y una estrategia de promoción que te ayudará a atraer y conservar clientes para el éxito de tu negocio.

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