Componentes estructurales internos
La Historia de Demóstenes
A pesar de que vivió entre los años 322 a 383 A. C. Demóstenes es recordado hasta nuestros días como una celebridad de la Grecia Antigua. Siendo hijo de un rico ateniense fabricante de armas, estudió Retórica y Legislación. Desde muy joven la oratoria constituía su más grande anhelo; sin embargo, la primera vez que tuvo oportunidad de hablar en público, su patético desempeño le obligó a abandonar la asamblea abucheado por la multitud. Era Demóstenes de pequeña y débil estructura física; su voz, trémula por un constante nerviosismo; tendía a tartamudear, y para colmo, su hombro izquierdo se levantaba en un movimiento incontrolable que le hacía proyectar una facha ridícula y cómica.
Después de su amarga experiencia y habiendo reconocido
sus fallos, reflexionó acerca de lo que realmente
deseaba: sus objetivos en la vida y tomó una radical
decisión: se encerró en el sótano de su casa, se hizo
rapar la mitad de su cabeza a fin de eliminar cualquier
tentación de abandonar su claustro; colocó guijarros en
su boca esforzándose al hablar para corregir su dicción.
Durante varios meses se ejercitó físicamente con largas
carreras a fin de fortalecer su pecho y en un rincón de
su habitación, colgó del techo una espada invertida,
junto a un espejo, frente al cual practicaba sus
discursos una y otra vez, tolerando el dolor que le
imponía el arma y obligando a su cuerpo a mantener
postura.
Llegó a ser el primer orador y escritor en los juicios
públicos de Atenas. Sus discursos eran tan apasionados y
sus palabras tan cargadas de emotividad que el ejército
lo escuchaba antes de partir a la guerra. Demóstenes
fue, sin duda alguna, el más grande orador de la
Grecia Antigua.