Conclusiones Cada docente tiene su propio estilo de trabajo, tanto para estructurar sus planes de clase, como para diseñar las situaciones de aprendizaje, organizar las tareas y articular el proceso enseñanza-aprendizaje con la evaluación. Sin embargo, aunque los estilos varíen, es esencial no perder de vista los elementos fundamentales del proceso de enseñanza-aprendizaje y analizar si la práctica es adecuada a las competencias que se pretende desarrollar, a las necesidades formativas de sus alumnos, y a las características contextuales del ámbito de trabajo. La mejora continua se da como resultado de la participación en actividades de formación permanente, el intercambio de experiencias con otros compañeros, el involucramiento en proyectos innovadores de investigación-acción y otros recursos que permiten fortalecer las competencias profesionales de los docentes.
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D.R. © Tecnológico de Monterrey - Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo - Septiembre 2005
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