Comparar es observar para determinar semejanzas y diferencias en base a variables seleccionadas. Una variable es un tipo de característica, por ejemplo: color, temperatura. Las variables pueden tomar diferentes valores a su vez, estos valores pueden ser cualitativos o cuantitativos.

La comparación se fundamenta en la información que proporciona la observación. En la vida diaria constantemente se está comparando, se comparan condiciones de trabajo, precios en el supermercado, servicios que ofrece un proveedor, etc.

Sánchez (1993) presenta el siguiente proceso como el más adecuado para realizar la comparación:

Proceso de la comparación

Una vez dominado el proceso, es fundamental transferirlo a la vida diaria. No existe ninguna disciplina en la que no se pueda aplicar. En el trabajo diario frente al grupo, siempre habrá la posibilidad de utilizar los procesos en la búsqueda de un mejor aprendizaje. Al respecto hay literatura que ejemplifica algunas actividades, Yuste, (1998), presenta en la colección Pienso para cada grado de la educación primaria, algunas actividades de comparación que pueden ser realizadas dentro del salón de clases. A continuación se mencionan algunas a manera de ejemplo:

  • Visitar la biblioteca y comparar un diccionario y una enciclopedia definiendo variables que permitan la comparación por ejemplo: número de páginas, número de volúmenes, contenido, etc.
  • Buscar dos cuentos cortos con contenido distinto y solicitar al alumno que compare los elementos o variables del mismo: tipo de historia, personajes, tiempo y lugar donde se desarrolla, etc.
  • Identificar un dibujo de una célula animal y otra vegetal, compararlas y mencionar sus partes.
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