Los
apoyos monetarios del Programa son entregados directamente a las madres
de las familias beneficiarias. Los apoyos se entregan en efectivo y se
realizan cada dos meses. Para que estas ayudas no pierdan su poder adquisitivo,
su monto se ajusta según la inflación acumulada. Monto mensual de los apoyos monetarios
Progresa busca que todos los niños de las
familias que lo necesitan, y que cursen regularmente sus estudios, cuenten
con el estímulo de una beca. Existe, sin embargo, un monto máximo de los
apoyos monetarios que una familia puede acumular (tanto de becas como
de ayuda alimentaria) para no crear incentivos que propicien el tener
más hijos. El monto máximo asciende a 750 pesos por mes. Enfoque
de género Progresa reconoce que existe un trato social
desigual hacia las mujeres, por lo cual, como una contribución para erradicar
dicho desigualdad, promueve la igualdad de género en las comunidades donde
opera. Así,
el programa canaliza todos los apoyos económicos a las madres de familia.
Ello tiene un doble cariz. Por un lado, el Programa se apoya en el hecho
de que habitualmente las mujeres hacen un uso más juicioso, responsable
y provechoso de los recursos que tienen a su alcance en pro de todos los
miembros del hogar, pero particularmente de los niños y niñas. Por
el otro lado, Progresa reconoce que aún persisten desigualdades
sociales que derivan en desventajas para las mujeres y las vuelven más
vulnerables a las condiciones de pobreza y minan sus esfuerzos por mejorar
su situación y la de sus hijos. Progresa busca potenciar el papel
de las mujeres para que cuenten con oportunidades genuinamente igualitarias
de desarrollo personal. Asimismo,
como se señaló anteriormente, el monto de las becas que se entregan en
el nivel de secundaria es ligeramente superior para las niñas que para
los niños, a efecto de contrarrestar el hecho de que las mujeres interrumpen
sus estudios antes que los varones. Transparencia
en la operación Una
orientación estratégica del Programa es la transparencia de su operación.
La selección de localidades en las que opera y la identificación de familias
beneficiarias se lleva a cabo con base en procedimientos rigurosos, objetivos
e imparciales, los cuales son totalmente verificables y auditables. Las
familias beneficiarias se han incorporado progresivamente al Programa
mediante asambleas comunitarias en las que se toma un acuerdo sobre el
padrón de beneficiarios. En estas asambleas, se explican las características
y el funcionamiento del Programa y se elige una promotora comunitaria
voluntaria de entre las titulares beneficiarias. Las
principales funciones de las promotoras son:
Otra
característica para lograr una operación transparente, es que los apoyos
de Progresa se entregan en forma directa a las familias beneficiarias,
con absoluto respeto a sus preferencias políticas, así como a sus costumbres
y características culturales de sus comunidades. Pasar
de un círculo vicioso de la pobreza a círculos virtuosos de combate a
la pobreza. Círculo vicioso de la pobreza El
enfoque integral de Progresa se basa en el hecho de que un mayor
nivel de educación mejora el uso de los servicios de salud, porque favorece
una cultura de higiene y de prevención. De igual manera, la salud en los
niños propicia un mejor rendimiento escolar, dado que un niño sano presta
mayor atención en el aula y falta menos a clases. Ademas a mayor escolaridad,
las familias desarrollan una mayor iniciativa para valerse de la información
y de los servicios a su alcance. Desde
el punto de vista de la alimentación, un buen estado nutricional es fundamental
para el desarrollo y ejercicio de las capacidades de aprendizaje de las
personas. En correspondencia, un mayor nivel de escolaridad repercute
sobre el estado nutricional, ya que puede favorecer la adopción de patrones
alimentarios adecuados, así como la disponibilidad de más y mejores alimentos,
por los mayores niveles de ingreso que generalmente se asocian con la
escolaridad. Estos
círculos virtuosos no serían posibles sin el apoyo y el concurso de diversas
instancias para ofrecer este paquete integrado de servicios y acciones.
La fortaleza de su operación reside en la participación de los tres órdenes
de gobierno, federal, estatal y municipal. La
coordinación interinstitucional se traduce en la práctica en una suma
de voluntades que busca hacer más eficiente, a partir de los recursos
disponibles, el combate a la pobreza extrema. No
obstante, la participación más valiosa en estas tareas es la que desarrolla
la población misma. Así, la superación de los factores que dan lugar a
y perpetúan la condición de pobreza depende fundamentalmente de la activa
corresponsabilidad de las familias beneficiarias y sus comunidades. Evaluación La
adecuada evaluación de sus resultados e impactos es de la mayor relevancia
para Progresa. Desde su inicio, el Programa ha aplicado un esquema
de evaluación donde se utilizan diversas aproximaciones metodológicas.
Éstas, comprenden tanto instrumentos cuantitativos como cualitativos que
permiten una clara apreciación de los resultados e impactos del Programa
en los individuos, en las familias beneficiarias y en las localidades
atendidas. Los
trabajos de evaluación incluyen estudios longitudinales, los cuales operan
mediante la aplicación de encuestas a hogares e individuos. Las encuestas
permiten seguir la evolución a lo largo del tiempo de una muestra de familias
que han recibido los apoyos de Progresa y una muestra de familias
que no los reciben. Ello permite evaluar no solamente los impactos del
Programa, sino cómo éstos cambian en distintas etapas de la observación.
Dentro
de la evaluación se incluyen también estudios del impacto de Progresa
en diversos temas como: a) educación de los niños, b) salud
y nutrición , c) dinámica de consumo de la familia, d) la
condición de las mujeres y e) la participación en la fuerza laboral. Otra
estrategia de evaluación se basa en el uso de los registros administrativos
de los servicios de salud y educación, así como de los registros de corresponsabilidad
del propio Programa. Con esta información, se analiza el incremento de
la atención a la salud y el cambio en la matrícula escolar. El impacto
del Programa se estima mediante la comparación de las tendencias en escuelas
y clínicas donde asisten niños y familias beneficiarias de Progresa,
con escuelas y clínicas en áreas rurales que no reciben los apoyos del
Programa.
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