La realización de actividades como planear, evaluar y precisar los objetivos ayudan a delimitar los resultados esperados

Como se planteó en la sección sobre el plan de incidencia, los procesos para cambiar o ajustar políticas, a pesar de todas las incertidumbres que tienen, no pueden ser improvisados. Estos procesos requieren de una ruta y un plan para alcanzar el cambio que se busca




Pero a la vez que se requiere un plan, se requiere también flexibilidad y un ajuste continuo en el plan.

Normalmente, los procesos de incidencia requieren acciones continuadas y persistentes, que cambian en su naturaleza, intensidad y envergadura, conforme avanza cada momento del proceso.

Las fundaciones y empresas que incursionan en estos procesos deben tener claro que son de alta complejidad, exigencia y largo aliento.

 


La definición y aplicación de indicadores que permitan monitorear los avances y las posibilidades reales del proceso, será de gran ayuda para guiar, mantener y retroalimentar continuamente las actividades.