En Brasil, gracias a la nueva constitución y a la legislación posterior, a finales de los noventa se estaban constituyendo diferentes tipos de canales institucionales de participación paritaria de representantes de entidades gubernamentales y de sociedad civil para influir en las políticas públicas.

Uno de esos canales era el “Conselho Municipal de Direitos da Criança e do Adolescente” (CMDCA), en el cual se tomaban decisiones sobre programas y se asignaban recursos para la infancia y la adolescencia de los municipios. En Cajamar, el CMDCA no existía en el Municipio, por lo cual el reto no sólo era crearlo sino lograr que funcionara de manera efectiva, teniendo en cuenta que los ingredientes centrales de la política local eran el clientelismo y el asistencialismo.

A pesar de esas dificultades, Natura decidió promover la creación del CMDCA y además articular los diversos consejos municipales en un Foro de Consejos para impulsar el trabajo coordinado entre instituciones y ciudadanía. Un trabajo articulado, sobre el cual había muy poca experiencia en el Municipio.

Proceso para obtener información sobre las prioridades

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El funcionamiento del CMDCA y del Foro de Consejos requería contar con información sobre las prioridades del municipio y con consejeros y líderes formados y con las capacidades necesarias para poder realizar su trabajo de manera efectiva. Para estos propósitos, Natura contribuyó tanto con la elaboración de un diagnóstico participativo, así como con cursos y talleres de formación para los líderes de la comunidad.

Una vez que hubo avances con los Consejos y una mayor participación ciudadana en las discusiones públicas, se inició en el 2002 una segunda etapa del trabajo de Natura en Cajamar. En esta nueva etapa, las áreas de medio ambiente y educación fueron priorizadas. En el campo del medio ambiente, se buscó una articulación de gobiernos, OSC y empresa para generar una agenda compartida, lo que se llamaría más adelante, la Agenda 21 de Cajamar. En educación, se trabajó en el diseño e implementación de un Plan Decenal de Educación.

La posibilidad de trabajar de manera articulada entre sectores, en el campo de medio ambiente, fue resultado del trabajo con líderes en la fase anterior. El apoyo a los líderes y a la participación ciudadana, especialmente de jóvenes, había contribuido para la formación de organizaciones, como Mata Nativa. Esta organización fue central para el trabajo en el campo ambiental, pues junto con la Prefectura y Natura, fue uno de los miembros del Grupo Técnico Tripartido (GTT), creado para promover la deliberación pública y definir de forma participativa un plan ambiental para el Municipio. Para la definición de este plan, el GTT impulsó la creación de comités de barrio y se realizaron múltiples seminarios, audiencias y reflexiones sobre el tema ambiental en el Municipio.

El tema del uso del suelo urbano surgió como una de los principales temas en los debates.

La ampliación en la participación ciudadana y la necesidad de articulación de las propuestas surgidas en los barrios llevó a crear el Foro Municipal de la Agenda 21 y una Dirección de Medio Ambiente en la Prefectura. Las propuestas surgidas en este proceso fueron presentadas en varias audiencias públicas para su validación y posteriormente fueron aprobadas oficialmente por parte de la Prefectura. En el 2007 fue aprobado un proyecto de ley, resultado del proceso de deliberación ciudadana (Natura, 2015:12-13).

El campo educativo


En relación al campo educativo, Natura decidió apoyar técnica y financieramente a la Dirección de Educación Municipal para la elaboración del Plan Decenal de Educación de Cajamar. Este Plan fue un logro muy importante para un Municipio con pocas escuelas y centros de atención infantil y que además, unos pocos años atrás, no tenía funcionarios con la capacidad de trabajar en planes de largo plazo.

El Plan Decenal de Educación era expresión de un cambio institucional profundo que se estaba realizando en un campo prioritario para el futuro del Municipio (Natura, 2015: 14).

Un tercer período en la relación entre Natura y Cajamar se inició en el 2007. Algunos cambios de la empresa (conversión en compañía de capital abierto, reestructuración interna, cambios en las gerencias, etc.) produjeron nuevas formas de asumir el relacionamiento con la comunidad.

En este nuevo período “Natura disminuyó su protagonismo y se colocó al lado de las fuerzas sociales y políticas del municipio, apoyando sus movimientos, más que provocándolos” (Natura, 2015: 22) y por otro lado, “la actuación política de los periodos anteriores, orientada por el valor de la participación de la sociedad, fue siendo substituida por una actuación más técnica, especialmente vinculada a Educación” (Natura, 2015: 18).

Natura se retiró como protagonista de algunos espacios como del CMDCA y del Consejo Gestor de Medio Ambiente. Otros actores locales, asumieron papeles de liderazgo. Por ejemplo, Mata Nativa, fue clave para promover la gestión participativa de un área de protección ambiental del Municipio, el Parque Natural de Cajamar. Para esto firmó un convenio de cooperación con la Prefectura y desde entonces ha apoyado la labor del gobierno en el campo ambiental.

Natura siguió apoyando a la Prefectura en el diseño de políticas ambientales, por ejemplo la de recolección y manejo de residuos sólidos, e incluso presionó, no siempre con éxito, para que se incluyeran a los recicladores en dichas políticas (Natura, 2015: 19.20).