La memoria de largo plazo

La memoria de largo plazo es la que nos permite almacenar información de manera permanente. La capacidad de esta memoria es virtualmente ilimitada pues puede contener más información de la que un ser humano sería capaz de aprender a lo largo de su vida. Lo que se aprende o almacena en la memoria de largo plazo no tiene caducidad, es decir que se almacena para siempre y no se puede olvidar. Para la memoria de largo plazo, el olvido es una falla del proceso de recuperación.

La información en la memoria de largo plazo se almacena a partir de la información de la memoria de corto plazo mediante los procesos de repetición o de codificación. Para comprender mejor el proceso de codificación es necesario entender la manera en la que se almacena la información en la memoria de largo plazo.

No existe un consenso sobre la manera en que la información se almacena en la memoria de largo plazo. Algunos científicos sugieren que la memoria de largo plazo se divide en memoria episódica y en memoria semántica. Otros como Anderson sugieren que ésta se divide en memoria declarativa y memoria procedural. Si el lector se encuentra interesado en conocer más sobre estos tipos de memoria puede consultar Garza (1998) o Eggen (1992).