La atención

La atención es el primer elemento consciente del modelo cognoscitivista. Este proceso nos permite orientarnos al estímulo sensorial de nuestra elección. Por ejemplo, cuando decidimos orientarnos al registro auditivo y no al visual, táctil, etcétera. Además de orientar nuestra atención a un registro específico, la atención puede ser selectiva. Por ejemplo, la atención del director de orquesta es selectiva cuando, para corregir un error en la ejecución, escucha solamente el sonido producido por el primer violín.

La atención puede ser intencionalmente favorecida por el profesor por medio de estímulos físicos, provocativos, emocionales o enfáticos. En ejemplo muy simple y efectivo que permite atraer la atención de nuestro auditorio es cuando anunciamos: "El siguiente paso del procedimiento de solución de esta ecuación es muy importante, les pido que pongan mucha atención... ".